Creemos que Dios es única y exclusivamente de nuestra religión, que solo nos pertenece a nosotros. Y que solamente los que van a nuestra iglesia conocen realmente a Dios.
Los demás, los musulmanes, testigos de Jehová, católicos, budistas... no conocen al verdadero Dios como nosotros sí. Nos entristecemos un poco porque, según nosotros, ellos están en la mentira y nosotros en la verdad. Decimos, con sentido de urgencia, que todos y todas deben venir pronto a nuestra iglesia para conocer la verdad.
Hemos hecho de Dios una propiedad privada de nuestra iglesia. Y jamás consideraríamos hermano a un musulmán, tampoco hermana a una budista. Primero nos rasgamos las vestiduras antes de considerar a los ateos como hermanos nuestros.
Nos hemos olvidado que Dios trasciende las religiones, las fronteras, las culturas, las lenguas y todo lo que existe. Que Dios es Señor de todo y todos.
Hemos olvidado que el propósito del libro de Jonás es mostrarnos cómo Dios ama a todos y no solo a los de nuestra religión.
A partir de esta fecha intentaremos cada semana escribir reflexiones que giren en torno a la relectura del libro de Jonás en este blog. En el cual también se provoquen debates que obliguen a repensar algunas cosas que siempre hemos creído y que a lo mejor no son así.
A lo largo del estudio que haremos de Jonás, seguramente entenderemos que él no era tan distinto a nosotros. No es que era rebelde y desobediente, es que se negaba a creer que Dios podía salvar a los ninivitas como lo hacía con Israel. Se negaba a creer que Dios también era Señor de ellos como lo era de él.
¿Qué piensas tú? ¿Crees que realmente Dios nos pertenece a nosotros y a las demás religiones no?
¡Te espero cada semana para debatir en torno a la relectura que haremos a Jonás!
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